FOTÓGRAFAS:
LAS ARTÍSTICAS
Finalizando el siglo XIX, la fotografía sigue siendo considerada más como
una ciencia que como una expresión artística.
Zaida Ben Yusuf era una fotógrafa recién
llegada al mundillo de la fotografía cuando expuso por primera vez. Apenas un
año antes había emigrado del Reino Unido hacia Estados Unidos, para trabajar
como modista junto a su madre. A través de sus colaboraciones en diversas
revistas americanas, llamó la atención de los fotógrafos de la época. En 1897
se establece con un estudio propio en el nº 124 de la Quinta Avenida de Nueva
York y colabora con numerosas publicaciones tanto europeas como
estadounidenses. Lleva una vida nómada hasta su retiro en 1921.
Mientras tanto, en Estados Unidos, Alfred Stieglitz
crea el grupo Photo-Secession en 1902. Su fundador quiere forzar el
reconocimiento de la fotografía como una disciplina más del mundo artístico. En
este círculo tan cerrado entra Gertrude Kasebier
Gertrude Käsebier se interesó por la fotografía a la edad de
37 años.Sus desavenencias matrimoniales no fueron un obstáculo para que su
marido le financiara sus viajes a Europa y le ayudara económicamente en su
carrera de artista plástica. Mientras estudiaba pintura, aprendió fotografía de
forma autodidacta, hasta que en 1894 recibió clases de técnicas de laboratorio
fotográfico en Alemania. Estas clases eran impartidas por Hermann Wilhelm
Vogel, un reputado químico que dió clases también a Stieglitz.
Debido
a la enfermedad de su marido, Gertrude se estableció en Nueva York en 1897 y
abrió un estudio para mantenerse económicamente. A raíz de una muestra de sus
fotografías en la Sociedad Fotográfica de Filadelfia, Stieglitz le propuso
publicar en Camera Notes, una revista
dirigida por él y en 1899, Gertrude publicó cinco de sus fotografías en esa
revista. También contó con ella a la hora de fundar Photo-Seccessión,
en 1902.
Desde
noviembre de 1905, las muestras fotográficas del grupo Photo-Secession se realizaron en la
galería Little Galleries. Aquí
expusieron sus obras pictóricas artistas como Matisse o Picasso.
Durante
toda su vida profesional participó en numerosos concursos, formó parte de
numerosos clubes de fotografía, impartió clases y, sobre todo, desarrolló una
importante labor tanto artística como documental, destacando sus series de
retratos de mujeres y de indios nativos de la tribu Sioux.
La
capacidad pedagógica de Gertrude animó a muchas mujeres estadounidenses a
iniciarse en esta disciplina. Imogen Cunninghan, Anne Brigman y Laura Gilpin
son una buena muestra de ello. En 1929, ya anciana, cerró al público su estudio
como consecuencia de la Gran
Depresión.
En
la década de 1920, Berlín es el foco de todas las vanguardias. Es el destino de
muchos artistas procedentes de Europa del Este que han visto como sus
libertades han sido poco a poco mermadas por regímenes totalitarios de corte
fascista (Hungría y Polonia). En Berlín encuentran un caldo de cultivo para
realizarse como artístas.
Hanna Höch es una alemana que entró en el movimiento
dadaísta a través de su relación con Raoul Hausmann, su marido. En 1918, ambos
se fueron de vacaciones a Heidebrink. Allí vieron como los soldados que estaban
en el frente eran recordados por sus familias colocando la foto de sus cabezas
sobre una misma fotografía de un torso vestido con un uniforme militar. Hanna
adoptó esta técnica para sus obras fotográficas, convirtiéndose en la primera
mujer en popularizar el fotomontaje. En 1953 sería reconocida como la artista
más representativa del dadaísmo.
El
fotomontaje fue adoptado en la Unión Soviética por Valentina
Kulagina y su marido, Gustav Klutsis. Valentina fue animada por
Gustav a matricularse en la escuela contructivista VKhUTEMAS en Moscú, donde él
enseñaba. Se casaron en 1921 y vivieron en la misma escuela donde se respiraba
un ambiente artístico, dado el carácter de sus huéspedes. En 1928 se integró en
el grupo artístico October, junto a su marido y otros artistas de la avant-garde rusa. Cuando terminó sus estudios,
comenzó a trabajar para diversos organismos públicos en labores de propaganda
del régimen comunista. En 1930. con la subida al poder de Stalin, las escuelas
VKhUTEMAS fueron clausuradas. En 1938, Gustav fue arrestado cuando se preparaba
para asistir a la Exposición Universal de Nueva York. Valentina continuó con su
trabajo en el organismo VSKhV hasta su jubilación, sin conocer el paradero de
su marido y su terrible final. En 1989, con la política de la glasnot (transparencia) iniciada por Mijail
Gorbachov, se supo que Gustav fue ejecutado seis semanas después de su arresto.
La Escuela Bauhaus fue fundada en 1919 por el arquitecto Walter
Gropius con el fin de enseñar a combinar el arte con el diseño artesanal, de
forma similar a las VKhUTEMAS rusas. Lucia Moholy
realizó una importante labor de documentación gráfica de todas las
instalaciones, los trabajos de los talleres y los profesores que pasaron por la
Escuela Bauhaus,
hasta que se trasladó con su marido a Berlín en 1928. La vida no era fácil para
las mujeres fotógrafas y Lucia tuvo que luchar para que se le reconociera todo
el trabajo desarrollado y la propiedad intelectual de sus fotografías. El
reconocimiento le llegaría a finales de los años 60 cuando vivía en Zurich,
Suiza.
Por
las aulas de la Escuela Bauhaus pasaron fotógrafas muy reconocidas como Marianne Brandt, Gertrud Arndt y Grete Stern. Stern
estaba aprendiendo fotografía en 1928 en Berlín, cuando llegó Lucia Moholy con
su marido. En clase coincidió con Ellen
Rosenberg. Ambas entablaron amistad y decidieron abrir un estudio en
Berlín en 1930, con el dinero de una herencia de Grete. Pensaron ponerle Rosenberg y Stern, pero les sonaba a una empresa
textil más que a un estudio fotográfico de vanguardia y optaron por utilizar
sus apodos de la infancia para nombrarlo ringl+pit (ringl
por Stern y pit por Rosenberg).
En
1926, Lotte Jacobi se hizo cargo del estudio fotográfico
berlinés heredado de su familia. Polaca de nacimiento y después de un
matrimonio fallido, Lotte se embarcó en la fotografía profesional junto a su
hermana Ruth y realizó retratos a numerosos artistas. Entre los meses de
octubre de 1932 y enero de 1933 se marchó a Tadjikistan y Uzbekistan para tomar
fotografías de todo aquello que pasaba delante de su cámara. En 1935, ante el
acoso nazi se exilió a Estados Unidos, donde instaló un estudio en pleno
Manhattan. Allí comenzaría a experimentar nuevas técnicas fotográficas.
Como
sucede en muchas ocasiones, el reconocimiento de algunas personas se produce
muchos años después de que estas hayan desaparecido, como es el caso de Tina Modotti, reivindicada como personaje mítico cuarenta años
después de su muerte. Assunta Adelaide Luigia Modotti había nacido en Udine (Italia). A los 17 años
emigró a los Estados Unidos con su familia. En 1921 conoció al famoso fotógrafo
estadounidense Edward Weston, quién le enseñó la técnica fotográfica. Tina se
trasladó a México, donde realizó su obra más importante y reconocida. En 1934
llegó a España y aquí permaneció para ayudar a la causa republicana en la
Guerra Civil española que estallaba en 1936. En 1939 volvería a México y
fallecería en 1942 de un fallo cardiaco.
La
fotografía artística más radical llega desde Japón. Miyako
Ishiuchi se interesó por la fotografía en los años 60. En los
últimos años de la década de los 70 publicó un libro sobre Yokosuka, la ciudad
en la que se crió. Para este trabajo optó por utilizar películas de grano
grueso muy a la moda de esta década. En los 80, realizó su serie de
fotografías Mother en la que
fotografió ropas pertenecientes a su madre muerta. En los 90 se ha dedicado a
fotografiar primeros planos de cuerpos mutilados o de ancianos.
Michiko Kon comenzó
a estudiar fotografía en Tokio. Su fotografía consiste en bodegones con
elementos vivos, tales como pescados, plantas o elementos textiles. Ella vive
cerca de un mercado y allí consigue todos sus elementos para construir sus
bodegones. Después los destruye y solo permanece en la fotografía.
La
fotografía artistica de los 60 y 70 rompió con los cánones establecidos,
creando también una interesante fusión de estilos. Ouka Leele se vió atrapada por la fotografía en 1976,
cuando un compañero de su escuela de pintura le aconsejó apuntarse a un curso
en Photocentro. Su pasión por la pintura le empujó a combinar ambas técnicas.
Comenzó tomando fotografías en blanco y negro, que pintaba con acuarelas,
inaugurando así un estilo muy personal en el que predomina el colorido en todas
sus obras.
Se fue de Madrid a Barcelona y luego a Nueva York y México, regresando de nuevo a Madrid en 1981. Desde 1977, Madrid vivía una explosión de libertad y creatividad, conocida como movida madrileña. Cuando Ouka Lele vuelve a Madrid, vive esos años con la sombra de un cáncer y con sus amigos Ceesepé, Almodovar, Alberto García Alix y Javier Mariscal. Compatibiliza la pintura y la poesía con la fotografía. En 1989 le añade un E a su nombre convirtiéndose en Ouka Leele. Después de una década de retiro para criar a su hija, renace con nuevos proyectos en el año 2000, pero hasta 2005 no volverá de nuevo a la fotografía. Con las nuevas técnicas digitales, Ouka se mostraba reacia a continuar con la fotografía. No obstante, la concesión del Premio Nacional de Fotografía en aquel año 2005 le animó de nuevo a intentar nuevas formas de expresión.
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